Cáncer de esófago Panamá
¿Qué es el cáncer de esófago?
El cáncer de esófago (también llamado cáncer esofágico) se desarrolla cuando las células del revestimiento de esta estructura digestiva crecen sin control.
Básicamente el cáncer esofágico comienza en cualquier lugar a lo largo del tracto, en la capa interna de la pared del esófago y crece hacia afuera a través de las otras capas.
Causas del cáncer de esófago
Aunque no se sabe exactamente cuales son las causas del cáncer esofágico, existen factores de riesgo que aumentan las probabilidades de padecerlo.
Algunos especialistas han referido el uso del tabaco y el consumo de alcohol como causantes del cáncer de esófago al provocar daños en el ADN de las células que recubren su interior.
Asimismo, la irritación a largo plazo del revestimiento del esófago, también pueden causar daño al ADN; un problema que se presenta en personas que sufren de reflujo gastroesofágico, esófago de Barret, acalasia, síndrome Plummer-Vinson o la cicatrización por ingesta de lejía.
También existe un riesgo identificado entre personas que han sido infectadas con el virus del papiloma humano (VPH), cáncer de cabeza y cuello o que han recibido radioterapia sobre el esófago para el tratamiento de otros tumores malignos en regiones próximas.
Básicamente el cáncer esofágico comienza en cualquier lugar a lo largo del tracto, en la capa interna de la pared del esófago y crece hacia afuera a través de las otras capas.
¿Cuáles son los principales síntomas del cáncer de esófago?
Aunque resaltan el dolor y la dificultad para tragar como los indicadores más marcados y difíciles de sobrellevar, tanto para la persona afectada como para sus seres queridos; existen otros síntomas menos frecuentes y que varían de un paciente a otro.
Sin embargo, este es uno de los tipos de cáncer más complejos en lo que respecta a este aspecto, ya que las molestias en general producen mucha incomodidad en el paciente; entre ellas:
- Vómitos.
- Pérdida de peso.
- Tos crónica.
- Hemorragias digestivas.


¿Cómo se detecta el cáncer de esófago?
Sin duda, los exámenes de detección constatan la presencia del cáncer incluso antes de la aparición de los primeros síntomas. Es por ello que la medicina preventiva es tan importante ante estas patologías, ya que un chequeo oportuno puede facilitar la detección en un estadio temprano.
A pesar de ello, para el caso específico del cáncer de esófago no hay una prueba de detección estándar o rutina médica que permita a su descubrimiento precoz. Entre los procedimientos que se utilizan para identificarlo se encuentran:
- Esofagoscopia.
- Biopsia.
- Citología con cepillo.
- Citología con globo.
- Cromoendoscopia.
- Espectroscopia con fluorescencia.
Tipos de cáncer de esófago
Existen dos tipos de cáncer de esofágico, los cuales lucen totalmente diferentes observados bajo el microscopio:
Cáncer esofágico escamocelular; asociado al tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
Adenocarcinoma; el tipo más común de cáncer esofágico, que guarda estrecha relación con el síndrome de esófago de Barret como factor de riesgo (un dato adicional es que la enfermedad de reflujo gastroesofágico, puede convertirse en Barret). Por su parte, el consumo de cigarrillo y la obesidad también predisponen este tipo de cáncer.
Otros tumores muy raros de esófago, constituyen menos del 1% de los casos; entre ellos se encuentran los cánceres neuroendocrinos de células pequeñas, linfomas y sarcomas.
Importancia de la detección temprana del cáncer
Indiscutiblemente el pronóstico de pacientes con cáncer de esófago es estrictamente dependiente de su detección precoz. En consecuencia, la detección de cáncer esofágico en su estado precoz es fundamental para reducir las cifras de mortalidad, que lo ubican en un 82% en relación a la incidencia anual.
Etapas del cáncer de esófago
Al igual que ocurre con cualquier otro tipo de cáncer, la clasificación del estadio está relacionada con el nivel de complejidad y avance en que se encuentra la enfermedad al momento de su detección.
Estadio 0 del Cáncer de esófago
En primer lugar, se ubica el tumor en etapa 0, que contiene células anormales llamadas displasia de alto grado (un tipo de precancer).
Básicamente las células anormales lucen como células cancerosas, pero solo se encuentran en la capa interna de células que recubre el esófago (epitelio y no han crecido hacia las capas más profundas del tejido esofágico.


Estadio I del Cáncer de esófago
En general, se trata de un cáncer que no ha crecido profundamente hacia los tejidos adyacentes y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo.
A menudo se le denomina cáncer de estadio temprano y son tumores que van creciendo en la lamina propia, la capa muscular de la mucosa (el tejido debajo del epitelio), la submucosa o la capa muscular gruesa.
Sin duda es el estadio que ofrece un mejor pronóstico, ya que la intervención inmediata puede detener el avance de la enfermedad.
Estadio II del Cáncer de esófago
En segundo lugar, se ubican los tumores que han crecido hacia la capa muscular principal del esófago o hacia el tejido conectivo en el exterior del esófago.
En particular, esta etapa también incluye algunos cánceres que se han propagado a 1 o 2 ganglios linfáticos cercanos. En cuanto a la esperanza de vida, en estos pacientes se ubica alrededor del 46% de supervivencia.
Estadio III del Cáncer de esófago
Al mismo tiempo, los tumores en etapa III incluyen algunos que han crecido a través de la pared del esófago hasta la capa exterior; así como canceres que han crecido hacia los órganos o los tejidos adyacentes.
Dentro de esta clasificación también se encuentran la mayoría de casos en los que el tumor se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos; haciendo que la esperanza de vida en estos casos ronde el 26% de los casos.
Estadio IV del Cáncer de esófago
A partir de esta etapa, el cáncer de esófago es muy difícil de eliminar por completo y la cirugía no es una buena opción.
Durante esta etapa el tratamiento va enfocado principalmente a mantener el cáncer bajo control por el mayor tiempo posible y aliviar los síntomas que producen incomodidad al paciente.
Se pueden administrar quimioterapia (posiblemente con medicamentos de terapia dirigida o inmunoterapia) y radioterapia para procurar que el paciente se sienta mejor, alivie el dolor y pueda vivir por más tiempo. Sin embargo, solo el 5% de los pacientes en estadio IV llegan a sobrevivir 5 años.


Metástasis del cáncer de esófago
La diseminación del cáncer esofágico generalmente se produce hacia estructuras vecinas como el pulmón, nodos linfáticos adyacentes (incluso los supraclaviculares), hígado y pleura.
En general, el proceso se da a través del sistema linfático, sin excluir la diseminación hematógena, que rara vez se presenta en este tipo de cáncer. La metástasis a distancia pudiera tener su explicación por diseminación hematógena de las células cancerígenas a tejidos alejados del foco principal.
Asimismo, la metástasis ósea se presenta aproximadamente en un 9% de los casos.
Por otro lado, las complicaciones pulmonares o respiratorias son a menudo producto de fistulas esófago traqueales o aspiraciones que derivan en cuadros neumónicos e infecciones frecuentes.
Tratamientos actuales para el cáncer de esófago
Las opciones de tratamiento son diversas, cada una de ellas orientada a un objetivo, ajustadas a la fase de la enfermedad, las condiciones del paciente y teniendo en cuenta los efectos secundarios que pueden llegar a provocar.
Tratamientos locales
Son opciones que permiten tratar el tumor de manera directa, sin afectar al resto del cuerpo.
Estos tratamientos son más eficaces en etapas tempranas (cuando no se han propagado y son de menor tamaño); aunque también se pueden utilizar en otras situaciones. Entre estos tenemos:
- Cirugía para el cáncer de esófago.
- Radioterapia.
- Tratamientos endoscópicos.
Tratamientos sistémicos

En estos casos se hace uso de medicamentos que pueden administrarse por vía oral o endovenosa. Se les llama terapias sistémicas porque recorren todo el cuerpo en búsqueda de las células cancerosas.
Por consiguiente, dependiendo del tipo de cáncer de esófago, es posible utilizar diferentes medicamentos. Los principales tratamientos de este grupo son:
- Quimioterapia.
- Medicamentos de terapia dirigida.
- Inmunoterapia.
Enfoques comunes de tratamiento
Tan pronto como se ha determinado el estadio del paciente y su situación de salud en general, se pueden combinar diferentes tipos de tratamiento de manera simultánea o consecutiva, para obtener mejores resultados.
También es posible emplear algunos de estos recursos como tratamiento paliativo. En este sentido, las terapias de apoyo solo buscan aliviar síntomas como el dolor y la dificultad para tragar, sin esperar otros cambios en la evolución de la enfermedad.
Cuidados en enfermería para pacientes con cáncer de esófago
Los cuidados que ofrece el personal de salud a un paciente con cáncer de esófago, deben incluir las consideraciones necesarias para tratar las complicaciones propias de este tipo de tumores.
Evidentemente, la desnutrición y las infecciones son algunas de las situaciones más comunes. Entre los cuidados que debe cubrir el personal de enfermería, se encuentran:
Adecuar la consistencia de los alimentos.
Enriquecer los alimentos con suplementos proteicos.
Si la disfagia no permite la ingesta por boca, debe asegurarse la alimentación por sonda (gastrostomia o yeyunostomía).
Control nutricional.
Control de manifestaciones de shock (monitorizar constantes vitales).
Higiene bucal adecuada.
Control estricto de ingesta hídrica.
Control de la posición, siempre incorporado a 30 grados.
Enseñanza de ejercicios respiratorios.
Enseñanza nutricional adecuada.
Preguntas frecuentes – cáncer de esófago
Encuentra respuesta a tus inquietudes y temores en las próximas líneas.
¿En qué etapa del cáncer se vuelve terminal?
En los días u horas finales de su vida, la mayoría de pacientes pierde el deseo de comer o beber y rechazan todo tipo de alimentos. Durante el estadio IV del cáncer esofágico o ya en su fase metastásica, estos tumores se consideran irreversibles. Como resultado de esto, se presentan cambios físicos como:
- Cansancio y debilidad.
- Reducción de la micción u orina de color oscuro.
- Manos y pies con manchas, fríos o azules.
- Frecuencia cardiaca irregular.
- Reducción de la presión arterial.
- Frecuencia respiratoria irregular.
¿El cáncer de esófago es hereditario?
Hasta donde se tiene registro, no existe evidencia que relacione la aparición del cáncer esofágico con algún aspecto de herencia genética. No obstante, es posible que personas de un mismo núcleo familiar estén expuestas a algún factor de riesgo dentro de su entorno.
¿El cáncer de esófago tiene cura?
Para algunas personas con cáncer de esófago, el tratamiento puede que elimine o destruya el cáncer, siempre y cuando éste se encuentre en su etapa inicial.
De hecho, completar el tratamiento puede causar al paciente tanta tensión como entusiasmo. Tal vez sienta alivio al finalizarlo, pero aun así resulte difícil no preocuparse de la reaparición del cáncer.
Para otras personas, simplemente puede que el cáncer nunca desaparezca por completo.
¿Cuál es el cáncer de esófago más frecuente?
El carcinoma de células escamosas, es el más frecuente entre los tipos conocidos. Este se forma en las células delgadas y planas que revisten el interior del esófago, con más frecuencia en la parte superior y media del mismo.
¿Cómo prevenir el cáncer de esófago?
A continuación, compartimos 5 sencillos consejos para prevenir el cáncer de esófago:
- Limita el consumo de tabaco y alcohol. Estudios demuestran que el riesgo de cáncer de esófago es menor en personas que no consumen alcohol ni productos del tabaco.
- Evita el reflujo gástrico. La irritación con el tiempo cambia las células y produce el síndrome de esófago de Barret; una condición que predispone la aparición del cáncer de esófago si no es tratada a tiempo.
- Mejora tu alimentación. Una dieta con alto contenido en frutas y vegetales verdes puede disminuir el riesgo de cáncer escamoso de esófago. Además, el sobrepeso causa reflujo gástrico, aumentando los riesgos.
- Evita tomar líquidos calientes con regularidad. Si estas acostumbrado a tomar líquidos demasiados calientes, como té o café; cambia poco a poco a bebidas más templadas.
- Endoscopia. Aunque no existe una prueba de detección estándar para el cáncer de esófago, la endoscopia es un procedimiento que permite visualizar e identificar áreas anormales en el interior de la vía digestiva. También permite tomar muestras para su posterior estudio (biopsias).
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