Cáncer de amígdalas en Panamá
A partir de nuestros años de experiencia y ante la complejidad del tratamiento de este tipo de neoplasias, nos mantenemos en constante actualización para ofrecer los últimos avances y técnicas modernas, que nos permitan ofrecer un mejor pronóstico y bienestar al paciente.
¿Qué es el cáncer de amígdalas?
Básicamente, el cáncer de amígdalas es el crecimiento anormal y muy desarrollado de las células que se forman en dichas estructuras.
Las amígdalas son dos óvalos ubicados al fondo de la boca, los cuales forman parte del sistema inmunitario del cuerpo.
Síntomas del cáncer de amígdalas
- Inflamación y dolor en el cuello
- Sensación de un cuerpo extraño en la garganta
- Dificultad para tragar
- Entumecimiento de la mandíbula
- Dolor de oído
- Dolor en la boca
- Manchas en encías y lengua
- Sensación de dientes flojos y dolor alrededor de los mismos
- Mal aliento constante
- Pérdida de peso
- Ronquera o cambios de la voz
Síntomas iniciales del cáncer de amígdalas
Sin duda, la mayoría de los síntomas iniciales del cáncer de amígdalas no son diferenciales a los de otras patologías menos graves de la garganta.
Es por ello que en muchos casos este tipo de cáncer es detectado de manera tardía, ya que el paciente decide automedicarse o puede ser tratado de manera errónea.
Proceso de diagnóstico del cáncer de amígdalas
Para diagnosticar el cáncer de amígdalas, el médico tratante solicitará algunas pruebas y procedimientos, entre cuales se encuentran:
- Exploración de garganta y cuello: El especialista realiza una inspección con ayuda de un espejo o una cámara especial, para observar detenidamente el interior de la boca. De igual forma, procurará palpar con sus manos el cuello en búsqueda de ganglios linfáticos agrandados.
- Pruebas por imágenes: Se utilizan para observar mejor el tamaño del cáncer y cualquier posible diseminación más allá de las amígdalas. Por lo general, la tomografía computarizada (TAC), resonancia magnética (RM) y la tomografía por emisión de protones son las más utilizadas.
- Extracción de tejido: La toma de muestra de tejido sospechoso, es enviada al laboratorio para ser analizada por personal capacitado en identificar signos de cáncer (patólogos). Como parte del mismo análisis, se solicita la detección del virus del papiloma humano (VPH), ya que éste repercute en el pronóstico y tratamiento de la enfermedad.
Importancia de la detección temprana del cáncer de amígdalas
A partir de la cantidad de casos cuya detección ha sido efectuada de manera tardía, los médicos recomiendan hacer revisiones dentales de rutina o un examen completo de la boca, para detectar a tiempo cualquier anomalía. Sin embargo, no existe una prueba de detección temprana para el cáncer de orofaringe y cavidad oral.
En particular, muchos casos de cáncer de amígdalas son detectados casualmente durante la revisión de control rutinario que realiza un dentista o cuando se solicita atención médica por presentar síntomas leves.
Aun así, la detección temprana influye en gran medida en la salud del paciente; permitiendo que el tratamiento ofrezca mejores resultados al combatir eficazmente el cáncer.
Causas del Cáncer de Amígdalas
Aunque aún se desconocen cuáles son las causas que llevan a que una persona desarrolle cáncer de amígdalas, estudios recientes sugieren que el virus del papiloma humano (VPH) puede tener un papel destacado en su aparición. Cabe destacar que algunos factores de riesgo también elevan el riesgo de padecer esta neoplasia.
Factores de Riesgo del Cáncer de Amígdalas
Los factores de riesgo que comúnmente están asociados al cáncer de amígdalas son los siguientes:
Infección por el virus del papiloma humano (VPH)
Ciertos tipos de VPH pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de amígdalas.
Tabaquismo
Fumar o masticar tabaco incrementa las probabilidades de sufrir cáncer de amígdalas.
Consumo excesivo de alcohol
El consumo regular de grandes cantidades de alcohol es uno de los principales factores de riesgo del cáncer en general.
Antecedentes familiares
Si un miembro de la familia ha tenido algún tipo de cáncer de cabeza y cuello, puede ser más probable que otra persona de la misma familia desarrolle cáncer.
Inmunosupresión
Las personas con un sistema inmunológico debilitado tienen mayor riesgo de experimentar cáncer en alguna de sus formas, esto incluye el cáncer de amígdalas.
Es importante destacar que tener uno o más de estos factores de riesgo no significa necesariamente que se desarrollará cáncer de amígdalas, ya que muchas personas con estos factores de riesgo nunca presentaron la enfermedad.
Efectos a largo plazo del cáncer de amígdalas no tratado
El cáncer de amígdalas no tratado puede tener efectos diferentes en cada persona. Sin embargo, en general, el cáncer de amígdalas que no es tratado a tiempo puede extenderse rápidamente a otras áreas del cuerpo y poner en grave peligro la vida del paciente. A medida que la neoplasia avanza el dolor, la dificultad para tragar y respirar, así como el resto de los síntomas se hacen mucho más intensos.
Etapas del cáncer de amígdalas
Tan pronto como se obtiene un diagnóstico positivo de cáncer de amígdalas, el médico tratante debe evaluar que tanto se han diseminado o no las células cancerosas en el cuerpo. Para ello se realiza la estadificación o determinación de la etapa del cáncer.
Etapa I
Mientras el tumor detectado no mida más de 4cm, el nódulo de 1 ½ pulgada aproximadamente y solo se observe propagación de uno o más ganglios linfáticos del mismo lado del tumor; estamos ante un cáncer en estadio I.
En particular, no se observa diseminación hacia sitios distantes; lo cual ubica la tasa de supervivencia relativa a 5 años para estos pacientes en un 76%.
Etapa II
En este estadio se observa que el tumor mide más de 4cm y está creciendo en la epiglotis, laringe, lengua, paladar duro o mandíbula. De hecho, en estos casos ya se ha propagado a uno o más ganglios linfáticos sobre el lado opuesto, pero ninguno llega a medir más de 6cm.
No se observa metástasis hacia otras partes distantes; ubicando su tasa de supervivencia en 45%.
Etapa III
Por otro lado, ya en esta etapa es posible observar que el cáncer se ha propagado hacia la epiglotis, se ve más expandido en la laringe, ha alcanzado la placa pterigoidea media y también el paladar duro. Asimismo, se ha propagado a ambos lados del cuello, midiendo más de 6cm.
Aun así, no se observa diseminación de las células cancerosas hacia otros sitios distantes, solo en la cavidad oral y orofaríngea. La tasa de supervivencia en esta tercera etapa es del 25%.
Etapa IV
En esta última etapa de la clasificación, se manifiesta mucho más la presencia del cáncer diseminado. Ya el tumor tiene un gran tamaño, los nódulos y ganglios linfáticos están muy agrandados y la propagación de las células cancerosas ha sido inminente.
Ya se observa metástasis en los pulmones y a nivel óseo. En esta etapa terminal, la tasa de supervivencia es muy baja, alcanzando entre 8 y 10%, en relación a 5 años.
Opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas
El tratamiento del cáncer de amígdalas puede incluir una variedad de opciones, dependiendo de la etapa del cáncer y la salud general del paciente. Los métodos de tratamiento más frecuentes son: la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
Cirugía
La cirugía puede ser necesaria para extirpar las amígdalas afectadas y otros tejidos circundantes.
Radioterapia
La radioterapia utiliza radiación para destruir las células cancerosas, la misma puede ser usada como tratamiento principal o combinarse con la cirugía para mayor efectividad.
Quimioterapia
En la quimioterapia se aplican medicamentos para matar las células malignas; al igual que ocurre con la radioterapia, la quimio también puede ser combinada con la cirugía e incluso, con la radioterapia.
Tipos de cáncer que afectan las amígdalas
Existen diferentes tipos de cáncer que pueden desarrollarse a nivel de las amígdalas, cada uno de ellos con características particulares que influyen en su esquema de tratamiento.
Carcinoma de células escamosas
Este tumor es poco frecuente, pero se desarrolla en cabeza y cuello. Su principal característica es que se presenta como una neoplasia epitelial maligna, con evidencias escamosas.
En el caso del carcinoma de células escamosas, existe asociación con el Virus del Papiloma Humano (VPH). Los tumores de VPH positivos, se desarrollan con una elevada predilección por la base de la lengua y las amígdalas.
Casi siempre son diagnosticados en un estadio clínico avanzado, presentando síntomas como dolor de garganta, disfagia y masa en el cuello. Entre sus factores de riesgo destacan el hábito de fumar y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Linfoma
En contraste, este tipo de cáncer se desarrolla cuando las células comienzan a crecer descontroladamente en el tejido linfoide, del cual forman parte las amígdalas y la epiglotis.
Particularmente, al hablar de linfoma, existen dos tipos: el linfoma No Hodgkin y linfoma de Hodgkin.
Carcinoma de glándulas salivales
Tienen su origen en las glándulas del revestimiento de la boca y de la garganta. Existen varios tipos de cáncer en las glándulas salivales menores, que incluyen el carcinoma adenoide quístico, carcinoma mucoepidermoide y el adenocarcinoma polimorfo de bajo grado
Carcinoma verrugoso
Este último tipo de cáncer es de desarrollo lento y rara vez se propaga a otras partes del cuerpo, pero si llega a diseminarse hacia el tejido adyacente.
Como dato adicional, estos tumores forman parte de los tipos clasificados de cáncer de células escamosas.
Cuidados de enfermería en pacientes con cáncer de amígdalas
Los cuidados que provee el personal de enfermería, incluyen las siguientes áreas de atención:
- Cumplimiento de dieta líquida absoluta, con complementos alimenticios que proporcionen la nutrición correcta.
- Atención permanente e identificación de posibles fistulas cutáneas.
- Observación de cualquier cambio de coloración alrededor del cuello.
- Administración de analgésicos recetados para aliviar el dolor.
- Administración de líquidos abundantes.
- Aplicación de terapias del lenguaje y de la deglución.
- Seguimiento a las fechas establecidas para pruebas y estudios.
- Suministro de vitaminas, minerales y otros suplementos prescritos.
- Apoyo emocional para el paciente.
¿Cómo prevenir el cáncer de amígdalas?
Aunque no existe una vacuna o medida preventiva que impida en un 100% la aparición de algún tipo de cáncer; es posible establecer ciertos cuidados para reducir los riesgos.
Básicamente, los hábitos de vida saludables como hacer ejercicios, una buena alimentación, no fumar y controlar la obesidad; son medidas que no solo ayudarán a reducir el riesgo de cáncer, sino que además ayudan en general al buen funcionamiento del organismo.
Preguntas frecuentes
¿Dudas? Encuentra las respuestas a las interrogantes más frecuentes que nos plantean nuestros pacientes.
¿En qué etapa el cáncer se vuelve terminal?
Durante el estadio IV el cáncer de amígdalas se hace crónico o terminal, ya que se produce la diseminación de las células cancerosas en todo el cuerpo (metástasis).
¿El cáncer de amígdalas es hereditario?
Las personas con antecedentes causados por defectos genéticos hereditarios (mutaciones) suelen tener mayor riesgo de padecer cáncer de garganta u oral.
Por ejemplo, los pacientes que presentan Anemia de Fanconi, suelen tener problemas en la sangre que conducirán a una leucemia o anemia aplásica. Esto eleva el riesgo de padecer un cáncer de boca y garganta.
De igual forma, quienes presenten una Disqueratosis congénita, la cual produce erupciones en la piel y uñas anormales en manos y pies; se suman a quienes presentan mayor riesgo de padecer cáncer de boca a temprana edad.
¿El cáncer de amígdalas tiene cura?
Existen varias opciones de tratamiento, y su vinculación con el pronóstico del paciente, dependerá del tipo y estadio del cáncer; así como también de su estado de salud en general.
En particular, algunas de las opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas pueden incluir cirugía, radioterapia o una combinación de ambas.