Todo lo que debes saber sobre la escala de Karnofsky
La escala de Karnofsky es ampliamente usada en el medio profesional hospitalario por su gran utilidad para indicar la evolución en pacientes geriátricos y oncológicos; además de establecer criterios de conveniencia en el tratamiento de pacientes con cáncer.
¿Qué es la escala de Karnofsky?
Conocida como KPS, la escala de Karnofsky ayuda a valorar de manera correcta, las capacidades del paciente con cáncer. También es usada para determinar la supervivencia del paciente e indicar cuándo debe ser recluido para un estudio clínico.
La escala de Karnofsky oscila entre 0 y 100 puntos. Ha sido usada desde 1948 con muy buenos resultados, ayudando a evaluar y proporcionar los cuidados paliativos al momento que los requiere el paciente.
¿Para qué sirve la escala de Karnofsky?
Básicamente, los objetivos de su aplicación son:
Indicar las capacidades individuales del paciente para llevar a cabo alguna actividad cotidiana.
Predecir la tasa de mortalidad de pacientes con patologías oncológicas y no oncológicas.
Indicar el valor de impacto que tendrá un tratamiento, y a su vez, el pronóstico de la enfermedad a tratar.

¿Cómo interpretar la escala de Karnofsky?
La KPS se evalúa en una escala de 11 puntos que parte desde el bienestar total del paciente (100%) hasta la muerte (0%), bajando 10 puntos en cada nivel. Aun así, esta escala divide a los pacientes en 3 grupos:
Grupo 1: Conformado por pacientes que pueden realizar sus tareas rutinarias de forma independiente. Su escala se ubica entre 100 y 80%.
Grupo 2: Está conformado por aquellos pacientes que necesitan ayuda para ejecutar sus actividades diarias. En estos casos, la escala se encuentra entre 70 y 50%.
Grupo 3: Comprende los pacientes que necesitan asistencia continua y cuyo pronóstico de vida es incierto. Su valoración es de 40% o menos.
En consecuencia, para la interpretación de la escala de Karnofsky existe una tabla desglosada de la siguiente manera:
100% - Paciente normal, con las primeras manifestaciones de la enfermedad.
90% - Paciente que presenta síntomas y signos leves de la enfermedad, pero es capaz de desempeñar sus actividades normales.
80% - Paciente que realiza sus actividades normales con esfuerzo, manifestando síntomas leves.
70% - Paciente capaz de asumir cuidados propios, pero que no realiza actividades normales ni trabajo activo.
60% - Paciente que en ocasiones necesita asistencia para sus labores, pero es capaz de realizarlas por sí mismo la mayor parte del tiempo.
50% - Paciente que necesita atención médica frecuente y apoyo considerable.
40% - Paciente en condiciones de discapacidad, que requiere asistencia especial.
30% - Paciente en condiciones de hospitalización con discapacidad grave.
20% - Paciente enfermo, en malas condiciones, con tratamiento activo de sostén.
10% - Paciente decaído o moribundo, donde los síntomas y signos mortales evolucionan rápido.
0% - Paciente fallecido.
