El cáncer de cabeza y cuello se refiere a la creación de bultos, tumores o multiplicación de células cancerígenas en la nariz, boca, garganta, senos paranasales y ganglios linfáticos del cuello.

Generalmente este tipo de cáncer hace presencia en las zonas húmedas de la garganta, nariz y boca y aparece como un tipo llamado carcinoma de células escamosas y se desarrolla por las células escamosas planas que están en los tejidos que recubren estás zonas de la cabeza y cuello.

Sin embargo, hay otro tipo de cáncer que se desarrolla en las glándulas salivales y piel pero, no es tan común como el otro.

Los síntomas de este tipo de cáncer:

Los síntomas que causa este tipo de cáncer se pueden confundir con cualquier otra patología, por eso detectarlo toma tiempo en la mayoría de los casos.

En los síntomas estan:

Mantenerse al tanto de la salud en las manos de un profesional es importante cuando se nota que alguno de estos síntomas, que pueden confundirse con malestar de gripe, persiste por mucho tiempo.

Es importante identificar el cáncer a tiempo, sí se trata a tiempo hay mayor posibilidad de sobrevivir. Se puede decir que la mayoría de los casos de cáncer diagnosticados en la cabeza y/o cuello son curables, siempre y cuando se detecten a tiempo.

¿Cómo prevenir este tipo de cáncer?

Aún no se sabe con certeza que puede evitar que los pacientes sufran de este tipo de cáncer, sin embargo la ciencia ha encontrado que ciertos hábitos aumentan las posibilidades de padecer esta enfermedad.

Por ejemplo, el exceso de consumo de alcohol y cigarrillos son uno de los principales factores en los pacientes con esta enfermedad. También se encuentra un mayor riesgo en aquellas personas infectadas con VPH (Virus de Papiloma Humano).

Por lo tanto, dejar de fumar cualquier tipo de producto que contenga tabaco, reducir o eliminar el consumo de alcohol y vacunarse contra el VPH antes de padecer el virus y mantener una buena higiene bucal, son acciones responsables que pueden prevenir el cáncer.

También se sabe que, el riesgo de esta patología aumenta después de los 45 años, por lo que es bueno tomar consciencia y mejorar nuestros hábitos y estilo de vida antes de llegar a esa edad para así evitar el desarrollo del cáncer.

Estás son nuestras recomendaciones para ayudar a algún allegado con cáncer

La forma de diagnosticar este cáncer es:

A través de una biopsia es la única manera de lograr diagnosticar con seguridad el cáncer. Sin embargo, el médico antes de realizar una biopsia hará un examen físico exhaustivo que genere sospechas suficientes para recomendar la biopsia.

También es necesario verificar el estado, tamaño y expansión del cáncer a través de exámenes de imagen como tomografías. Todos estos exámenes son necesarios para determinar la existencia o no de cáncer, el tipo, nivel de avance, expansión y tamaño. Con toda esta información el médico oncólogo puede determinar un tratamiento efectivo que ayude al paciente a curarse del cáncer.

El pronóstico para las personas que padecen este tipo de cáncer es en su gran mayoría positivo, todo depende de las condiciones del paciente y de la etapa del cáncer.

¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello?

Para determinar el tratamiento se requiere conocer a detalle las características del cáncer del paciente, generalmente se ofrece un tratamiento combinado que incluye cirugía, quimioterapia y/o radioterapia.

Todo dependerá de lo que el médico a cargo del caso considere más apropiado. Es común que se utilice un solo método o dos. El tratamiento, a pesar de ser efectivo, puede traer consigo efectos secundarios que requieran la intervención de otros profesionales para la rehabilitación del habla por ejemplo o para la recuperación alimenticia en el proceso.

¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento para el cáncer que aparece en el cuello o la cabeza?

Se comprensivo allegado con cáncer

Cada efecto secundario dependerá del tipo de tratamiento aplicado en el paciente. Con la quimioterapia se esperan síntomas como náuseas, pérdida del apetito, pérdida del sentido del gusto, bajo recuento sanguíneo.

Con la radioterapia se puede vivir un dolor intenso al tragar, pérdida de apetito y peso y fatiga.

Con la cirugía se pueden esperar dolores y una recuperación lenta que requiere terapia de rehabilitación.

En cualquier caso es necesario mantener un control médico constante a lo que se refiere a la higiene bucal y rehabilitación física del habla.

También es recomendable conseguir un grupo de apoyo de personas que hayan experimentados experiencias similares que sirvan de impulso para seguir la recuperación, siempre es necesario ese impulso y motivación extra.

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