Cirugía curativa para el cáncer de páncreas
En particular, al referirnos a una de las neoplasias más agresivas del sistema digestivo; la cirugía curativa para el cáncer de páncreas viene a ser la alternativa más confiable para superar este tipo de tumores. Sin embargo, se trata de un procedimiento bastante complejo, que además dependerá de la consideración del especialista; ya que las posibles complicaciones e incluso el mismo proceso postoperatorio, pueden implicar una evolución larga y tortuosa. De hecho, esta cirugía debe ser muy bien analizada antes de practicarse, y solo valdrá la pena si es posible remover el tumor en su totalidad; es decir, solo aplica en caso de tumores resecables (aquellos que pueden extirparse completamente).
¿Es posible curar el cáncer pancreático con cirugía?
Sin duda, cuando se logran los objetivos planteados en este tipo de intervención quirúrgica; el paciente puede llegar a recuperarse del cáncer.
No obstante, aun cuando la cirugía curativa para el cáncer de páncreas representa una buena probabilidad para el porcentaje de pacientes que resulta elegible; también es posible que, al iniciar el procedimiento, el cirujano identifique algunas
variaciones desfavorables.
Como resultado de esto, es probable que el cáncer haya llegado a diseminarse o aún logrando la total resección del tumor, alguna célula maligna haya logrado afectar otra estructura que se desarrollará con el tiempo.
Tipos de cirugía curativa para el cáncer de páncreas
Por otro lado, según la región del páncreas que ha ocupado el tumor; el cirujano selecciona el tipo de cirugía a realizar. En este sentido, la más frecuente es la que se lleva a cabo en la cabeza del páncreas.
Procedimiento de Whipple
Después de localizar el tumor, esta es la técnica que se practica cuando el cáncer se encuentra ubicado en la cabeza del páncreas.
En particular, se trata de una intervención bastante compleja; la cual debe ser efectuada por un cirujano experimentado, para reducir de esta forma cualquier probabilidad de complicaciones.
Durante esta cirugía se hace un corte en el abdomen para llevar a cabo la resección de esa porción del páncreas (cabeza); pero también del duodeno, conducto y vesícula biliar, ganglios linfáticos proximales y en algunos casos, incluso parte del estómago.
Finalmente, el extremo del intestino delgado se reconecta para permitir el paso de los alimentos; mientras que el conducto biliar y el páncreas son conectados también a dicho intestino para recuperar su función secretora.

Pancreatectomía distal
Siguiendo con las alternativas quirúrgicas; si el tumor se encuentra en la cola e incluso parte del cuerpo del páncreas, puede aplicarse una
pancreatectomía distal.
Además de retirar estas partes del páncreas, casi siempre se extirpa también el bazo; lo cual aumentará los riesgos de contraer infecciones
bacterianas en el futuro.
Aun cuando es posible realizar este procedimiento con resultados exitosos; por lo general los tumores que se localizan en esta área tienden a propagarse muy rápidamente.
Pancreatectomía total
Evidentemente, se trata de la opción quirúrgica menos popular, debido a que los efectos secundarios pueden superar las ventajas reales que dicho procedimiento ofrece.
Por esto mismo, al extraer el páncreas completo, vesícula biliar, intestino delgado, bazo y quizá algún otro tejido cercano; la pancreatectomía total compromete en muchos sentidos el bienestar del paciente.
A pesar de ser probablemente la única alternativa curativa cuando el cáncer ocupa todo el órgano; tras su recuperación, el individuo no solo desarrollará diabetes, sino que además deberá consumir enzimas pancreáticas para procesar ciertos alimentos y aplicarse inyecciones de insulina permanentemente.
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"Mi mayor motivación como Cirujano Oncólogo en Panamá, es tener la oportunidad de ayudar a cada paciente a encontrar múltiples razones para seguir luchando."
- Dr. Roberto García


Comentarios finales
En tanto que el cáncer de páncreas como ya referimos, se encuentra clasificado entre los más agresivos; es falso afirmar que no tiene cura. No obstante, su porcentaje de supervivencia es en efecto inferior ante otras neoplasias.
En consecuencia, una de sus mayores desventajas es la ausencia de síntomas en su etapa inicial; lo cual hace que el abordaje en la mayoría de los casos se realice de manera tardía, cuando el cáncer ha avanzado considerablemente.
Sin embargo, al conjugarse un diagnóstico correcto, buenas condiciones generales del paciente y la aplicación certera de la técnica quirúrgica; las probabilidades de éxito se incrementan.
Por último, hay que mencionar que luego de la cirugía el paciente deberá recibir un tratamiento complementario de quimioterapia; lo cual ayudará a eliminar cualquier rastro del cáncer a nivel macro o microscópico.
